Si es la primera vez que desmontas un castillo hinchable o cualquier otro tipo de hinchable, es normal preguntarse cómo volver a dejarlo tan compacto y listo para transportar como estaba al principio. Aunque el proceso requiere algo de esfuerzo físico, no es tan complicado como parece. En base a nuestra experiencia como empresa especializada en la venta y alquiler de castillos hinchables, te explicamos cómo hacerlo de forma rápida y profesional.
1.- Preparación previa: asegúrate de que esté completamente seco
Antes de empezar a doblar, es imprescindible que el castillo esté 100 % seco. No vale con que esté “casi” seco: revisa bien las costuras, rincones y el suelo. Si por cualquier motivo tienes que guardarlo mojado, recuerda volver a hincharlo lo antes posible para secarlo bajo el sol y evitar la aparición de moho o malos olores y que las costuras se pudren porque se encuentren mojadas.
2.- Desinchado: cómo expulsar todo el aire antes de recoger nuestro castillo hinchable
- 1.- Apaga el ventilador y desconéctalo de la manguera del castillo hinchable.
- 2.- Abre todas las cremalleras y/o válvulas de escape para que el aire salga libremente.
- 3.- Aunque puedas usar una aspiradora/soplador inverso, lo más efectivo es caminar encima del castillo hinchable para presionar el aire hacia fuera hasta que quede completamente plano.
3.- Plegado: convierte el castillo en un bulto compacto en forma de cilindro
- 1.-Dobla los laterales del castillo hinchable hacia el centro. Una vez hecho, vuelve a caminar encima para sacar el aire restante.
- 2.- Dobla el castillo hinchable a lo largo por la mitad y repite el paso anterior.
- 3.- Cuando tenga una forma similar a una franja estrecha (de unos 100 cm de ancho), comienza a enrollarlo desde la parte delantera, donde está el escalón de entrada.
- 4.- Ajusta el rollo con una correa resistente y colócalo dentro de su funda o bolsa de transporte.